Rubén
Pablo Magnano buscará en Caracas disputar su segundo Mundial
consecutivo al frente del seleccionado brasilero. El director técnico
argentino, en Brasil desde 2010, deberá lograr que su equipo tome
protagonismo en el premundial aunque no cuente con sus grandes
figuras NBA.
Desde
que Magnano asumió el mando de la Selección brasileña los
resultados fueron buenos pero no superaron las expectativas. Perdió
en octavos de final en el Mundial de Turquía 2010, salió subcampeón
en el preolímpico de Mar del Plata 2011 y fue derrotado en cuartos
de final en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Curiosamente,
estas tres eliminaciones fueron contra Argentina, adversario al cual
Magnano conoce en profundidad. Sin embargo, que Brasil vuelva a
participar en unos Juegos Olímpicos luego de 16 años significó
mérito suficiente para que el entrenador cordobés renovara su
contrato hasta 2016.
Sin
dudas, Magnano es un entrenador ganador por excelencia. En su larga
trayectoria se destaca, dirigiendo a la Selección argentina, por la
medalla de oro en Atenas 2004, el subcampeonato en el Mundial de
Indianápolis 2002, dos triunfos históricos contra el “Dream Team”
y la explosión de “la Generación Dorada”. Pero el entrenador
argentino también cosecha grandes logros a nivel clubes: en la Liga
Nacional de Básquet posee el record de títulos obtenidos con cuatro
campeonatos, todos ganados con Atenas de Córdoba.
El
objetivo está claro: Brasil tiene que clasificarse al Mundial si
quiere continuar con su crecimiento, y el responsable será Rubén
Magnano.
Por
Pedro Straschnoy
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